La majestad de los dragones dorados. (Continuación de Fafner:El Dragón Mártir)

Tras la muerte de Fafner, unos dragones buscaron aislarse del mundo y por ello, se hicieron hermitaños eligiendo de hogar los desiertos y tomando como protectorado y lugar de guardia estos haciendo de su vida algo solitario que acogían y prefiriendo no relacionarse con otros seres salvo para reproducirse o tal vez, para tener alianzas con otros seres racionales del desierto como mantícosas, esfinges, alicantos, momias o algún nómada del desierto.

Con el tiempo, esa soledad hizo mella en ellos provocando que cada vez la valoraran más hasta el punto de que algunos valoraban más su soledad que su vida excepto aquellos que tenían contacto con individuos más nobles entre los habitantes del desierto.

Los dragones que entraron en el bucle de soledad arrancaron sus alas y se las tragaron sustituyéndolas por una gran reserva de grasa que alamacenaban en sus colas y carrillos de manera que las siguientes generaciones fueron tomando un color amarillento para camuflarse con las arenas del desierto y sus crias pasaron a no tener alas teniendo en su lugar las reservas de grasa de sus colas y carrillos convirtiéndose en criaturas solitarias y ariscas que de tener tratos con algún ser, lo hacen o como fuente de alimento o como parte de tratos que los antepasados de ese ser hicieron con los antepasados de la criatura en cuestión y siempre con la exigencia de que fuera 1 criatura la que contactara con el y no más. Por otro lado, además de la soledad, desarrollaron un sentido artístico notorio y un aliento de fuego que si bien no era tan cálido como el que sería más adelante el de los dragones de fuego, si tenían un mejor control sobre el llegando a ser unos grandes vidrieros. De hecho, sus guaridas son construcciones de vidrio realizadas a partir de la arena del desierto que están metidas dentro de montañas con unos acabados exquisitos según las pocas criaturas que tienen permitido entrar en sus hogares y en cuyo interior hay ornamentos hechos de vidrio de excelente calidad realizado con las más finas arenas del desierto y metales preciosos que les dan unos colores rojizos, azulados y verdosos convirtiéndose en un deleite para la vista. Pobre de aquel que se atreva a entrar sin el beneplácito de estos dragones en sus guaridas. De hecho, estos seres aparte de su pirocontrol, desarrollaron un as desagradable bajo la manga y es que son peligrosos incluso después de muertos. Al morir, los cuerpos se hinchan rápidamente y estallan provocando explosiones capaces de destruir su guarida y a todo aquel que esté en sus queridas guaridas.

 Por otro lado, los dragones del desierto que entraron en contacto con gente y seres que valoran la nobleza de sus anfitriones hasta tal punto de querer proteger a estos a toda costa. Con el tiempo las escamas de los dragones para camuplarse en el sol mientras velan por sus protegidos se convirtieron a un color dorado y metálico, aumentaron más si cabe su sentido de la nobleza y llegan a ser entre quienes los conocen como unos heraldos de la nobleza y la caballerosidad. Estos dragones son muy intransigentes con los códigos y consideran muy molestos a los dragones de cobre, y abominables a los dragones de plata negra y rojos. Algo curioso es que los dragones rojos consideran a los dragones dorados dignos rivales y lo bastante dignos como para que, entre todos los dragones muestren el respeto supremo por ellos cuando los enfrenta al canibalizarlos después de derrotarlos, cosa que horroriza a los dragones dorados incluso más. Como sus contrapartes los dragones amarillos, estos dragones adoran el cristal y la artesanía de sus cristales está retocada finamente con esculturas de grandes ejemplos de nobleza.

Los grandes dragones dorados más allá de lo que cité anteriormente no se preocupan tanto por el grupo a no ser que les quede otro remedio, sino por los individuos que se ganaron su confianza siendo los dragones con tendencia más que desarrollar relaciones personales e ignorar las relaciones de política y raza (como dije, estos dragones odian solamente a los dragones rojos y los de plata negra).

Dicho esto, los dragones dorados y los del desierto empiezan a tener un serio problema y es que si bien tienen la capacidad de tomar forma humana o de otras criaturas dando de resultado hijos dragones (siendo únicos en este sentido), lo cierto es que consideran a muy pocos como parejas potenciales y han empezado a cometer endogamia por lo que algunos de sus descendientes tienen problemas siendo más pequeños, teniendo problemas mentales, siendo estériles o con alguna otra tara. Hasta tal punto es así, que se dice que cuando nace un dragón dorado, Loki y Ra echan un pulso para ver si le aguarda la locura o la grandeza.

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También quería dar las gracias a un bloguero llamado T.A.LLopis el cual se curra los blogs y me recomienda en los suyos (los cuales son de distintos ámbitos de la cura geek como el mío, pero escritos de una forma distinta que a mi al menos me encanta) y a la primera persona que se subscribió en mi canal de youtube al cual llamaré Lobo Grís para proteger su identidad (el cual es básicamente una ayuda audiovisual para mis blogs) y a David que sube gameplays para el canal de MDGames de Youtube y en alguna ocasión mostró mi blog y me dio consejos para con este así como ViniloBlog del cual era uno de sus colaboradores y el twittero de alias Intento de Escritor por aconsejarme unir todo a un blog así como Rosa Boschetti por darme consejos que iré aplicando eventualmente sobre el blog a nivel estético.

 

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